domingo, 12 de abril de 2015

Actividad 2. Adaptación de “La princesa y los 7 bandoleros”

     “LA PRINCESA Y LOS SIETE GUERREROS VALIENTES”

Atención, atención, que comienza la función!

Érase una vez…. En un reino muy lejano… situado cerca de unas montañas, vivía un rey con su hija Anabel a la que quería por encima de todo. El poco tiempo que tenía lo pasaba con su hija, jugaba con ella, le leía cuentos, y le traía regalos de sus viajes.                                                                                                La madre de Anabel murió de una enfermedad cuando ella aún era muy pequeña, así que su padre, tras el paso de algunos años, se había casado con una mujer muy bella por fuera pero malvada por dentro.

Cuando Anabel era pequeña, su madrastra no le hacía mucho caso, tenía cosas más importantes de las que ocuparse, así que Anabel pasaba la mayor parte del tiempo jugando con sus niñeras. Sin embargo, pasaron los años y Anabel se convirtió en una muchacha preciosa y amable a la que todo el pueblo quería. A la madrastra le dio mucha envidia, y decidió inmediatamente llamar a un soldado en el que confiaba para que se llevara a princesa del reino y la encerrara entre rejas para que así nadie pudiera volver a verla ni quererla más que a ella.

Pero el soldado, era muy bueno, quería a la princesa tanto como la quería toda la gente del reino y la había visto crecer. Pensó que jamás podría perdonarse si le hacía algo malo a aquella maravillosa princesa, así que se le ocurrió una gran idea, la llevó a las montañas donde jamás nadie la encontraría, y la dejó ir diciéndole que encontrara un nuevo hogar. Eso sí, le pidió que nunca volviera al reino.

La princesa caminó día y noche durante varias semanas, solo comía lo que encontraba por el camino y se refugiaba en algunas cuevas. Estaba ya muy cansada, hambrienta y con mucho frío cuando de pronto encontró una cueva en el otro lado de la montaña con una luz brillante al final. Allí encontró a un joven sentado alrededor de un fuego cocinando. Al principio el joven se asustó:

-¿Quién eres? Le dijo él.

-Tranquilo, tranquilo, sólo quiero algo de comer y un sitio donde dormir, que hace mucho frío. Llevo mucho tiempo caminando y no recuerdo quién soy, ni mi nombre ni de dónde vengo, respondió ella.

-Bueno vale, siéntate aquí conmigo hasta que vengan mis hermanos.

Al anochecer, llegaron al fin los hermanos del chico. El más joven de ellos, era el más listo y el que dirigía el grupo de hermanos que se hacían llamar “guerreros valientes” por la historia que habían sufrido en sus vidas. Se sentaron alrededor del fuego, y le contaron a la princesa su historia.

-Anabel, este es nuestro escondite. Aquí guardamos todo lo que tenemos, nuestras riquezas que es todo lo que robamos. No tenemos otra opción, porque hace unos años, en el valle donde nosotros vivíamos, mandaba un gobernador que quitaba todo lo que quería y se lo llevaba todo para él. A nosotros nos lo quitó todo, incluso se llevó a nuestros padres prisioneros y ya no nos queda nada. Por eso robamos, para sobrevivir y para dar cosas también a la gente más pobre. Desde entonces nos escondemos, porque nos está buscando por todos lados.

-Si quieres puedes unirte a nosotros, sino deberás marcharte puesto que ya conoces nuestro escondite y no puedes contárselo a nadie. Le ofrecieron.

-¿Y por qué no habéis hablado con el rey? Preguntó ella.

-El rey nunca nos creería porque el gobernador es amigo suyo y a nosotros no nos conoce de nada. Contestaron ellos.

La princesa no se lo pensó dos veces, decidió quedarse a vivir con ellos porque no tenía ningún sitio a donde ir.

Con el paso de los años, la princesa ya se sentía muy cómoda con los “guerreros valientes”. y fue aprendiendo poco a poco de todo lo que ellos le enseñaban. La trataban como una más y la defendían por encima de todo. El más joven, Carlos, se fue enamorando de ella y se lo contó a sus hermanos.

Un día, mientras Anabel estaba en la cueva preparando la comida para cuando llegaran los guerreros, vió que llegaron solo tres de los siete hermanos, y Carlos era uno de los prisioneros. Los soldados del rey se habían llevado al resto de los hermanos y estaban prisioneros en el castillo.
Anabel, muy preocupada, dijo que prepararan los caballos que se iban a rescatar a los hermanos al reino. Irían hasta el castillo, y los rescatarían. Los guerreros estaban un poco asustados, pensaban que el rey los capturaría enseguida, pero siguieron a la princesa y atravesaron las montañas en dirección al reino.

Cuando llegaron allí, se les acercó un soldado, que enseguida reconoció a la princesa y le dijo.
-¿Qué haces aquí?

-He venido a ver a mi padre el rey. Dijo ella.

El soldado fue a hablar con el rey para decirle que su hija Anabel había vuelto y quería hablar con él. El rey al principio no se lo creía, puesto que él pensaba que su hija había muerto hacía muchos años. Pero al final, dio permiso al soldado para que la dejara pasar.

-Hola papá, soy yo, tu hija Anabel.

 Empezó a recordarle cosas que ellos hacían juntos y que solo ella podía saber. Y además le enseñó su amuleto de la suerte, uno que él le había traído de uno de sus viajes.
El rey, impresionado, comprendió que decía la verdad, y comenzó a llorar de alegría por poder volver a ver a su hija. La abrazó y le prometió que jamás volvería a separarse de ella. Se pasaron la noche hablando. Ella le contó la historia de la malvada madrastra que quería encerrarla, y de cómo el soldado y los siete guerreros valientes algunos de los cuales tenía prisioneros le habían salvado la vida.
El rey, escuchando todo lo que su hija le decía, decidió encerrar a la madrastra y al gobernador y liberar a los guerreros tan valientes que habían salvado a su hija. Les dio trabajo en la guardia del castillo. También le contó a su padre, que durante todos esos años se había enamorado de Carlos, y le pidió que si Carlos quería, si podrían casarse.

-Claro! Respondió el padre. Es un chico muy guapo y sano.
Tuvieron una preciosa boda, y fueron los mejores reyes que el reino podía tener. Bondadosos y fieles con el pueblo. Todos fueron muy felices y vivieron en paz y armonía para siempre.

COLORÍN, COLORADO, ESTE CUENTO SE HA ACABADO!

ADAPTACIONES:

“Cuando se piensa en literatura infantil es importante considerar que se trata de un público lector heterogéneo, pues hay que tener en cuenta que los niños en esas edades se encuentran en una etapa de desarrollo diferente, con unas características diferentes”.

Por ello, es importante que especifique que he decidido adaptar la historia de “La princesa y los siete bandoleros” a la edad de cinco-seis años ya que considero que en esta edad poseen un vocabulario más extenso y son capaces de prestar atención a una historia más larga, según Piaget, etapa preoperacional. En esta edad les gustan los cuentos, historias con estructura narrativa bien definida, con historias definidas en tiempo y lugar y con roles bien definidos. Por eso mismo, al principio de la historia cito “hace mucho tiempo” y “en un reino muy lejano”, para que desde un primer momento sepan situarse en la historia.

Además también me he informado de que en los niños con cinco y seis años “la imaginación está más desarrollada y los niños aprecian los cuentos de reyes, reinas, y otros personajes fantásticos” con lo cual considero que esta historia se adapta perfectamente a la edad.

Finalmente, he elegido esta etapa porque según Piaget están en lo que se llama periodo intuitivo o de transición, y el pensamiento racional se perfecciona en este periodo.

Algunos de los cambios que he realizado son:
-He cambiado un poco el principio con la frase “atención, atención que comienza la función!” porque durante mi estancia en las prácticas este año me enseñaron que es una frase que capta mucho la atención de los niños para mantener la atención durante un cuento o una historia. Aparte de esa frase, del principio también he introducido algunos cambios cuando explico que la madre de Anabel muere por una enfermedad en lugar de en el parto, pues me parece que es más fácil de comprender.                                          
Tampoco he especificado “Sierra Morena”, he dicho en un lugar muy lejano cerca de las montañas porque es cierto que las montañas son relevantes en la historia pero prefiero que ellos imaginen un paisaje que ellos quieran.

-Aunque he dado nombre a los mismo personajes que en la versión original, he cambiado el de la princesa Rosalinda por Anabel. El resto de personajes no tienen nombre, aquí dejamos hueco a la imaginación de cada niño.

-Tampoco me parecía muy adecuado que la madrastra mandara despeñar a la princesa, por eso lo he cambiado por encerrar.

-Para añadir un toque más interesante y sentimental a la historia, he decidido llamar a los siete hermanos, “guerreros valientes” por superar los obstáculos que superaron a lo largo de su vida, historia que los guerreros cuentan a la princesa. Quito aquí también la parte en que matan a los padres, y lo cambio por prisioneros.

-En el final he añadido que para que el rey reconociera a su hija, ella no solo le habló de cosas que hacían juntos que solo ella pudiera saber, sino que para que quede más explícito, he añadido que ella también le enseña su amuleto favorito que él mismo le trajo de uno de sus viajes. De este modo, no queda ninguna duda de que el rey reconoce a la princesa como hija suya.

-Para finalizar, he añadido que el rey encierra a la madrastra y al gobernador también para que todos los personajes que aparecen en la historia tengan algún final.

WEBGRAFÍA:

-Grabación del cuento “La princesa y los siete bandoleros”.
-Apuntes de Literatura Infantil Tema 2, textos folclóricos
-ecuentos.com (cuentos infantiles para cada edad)
-mibebeyyo.com (qué cuentos leer al niño según su edad)

7 comentarios:

  1. ¡Hola Elena!
    Me ha gustado mucho tu adaptación ya que realizas los cambios necesarios sin cambiar el esqueleto de la historia que era de lo que se trataba.
    También me gusta el detalle de como empiezas introduciendo el cuento ya que es cierto que al decir " atención, atención que comienza la función" al momento todos los niños dejan lo que estaban haciendo para escuchar el cuento. Es una buena manera de llamarles la atención.
    Como único fallo que veo, es que al cambiar el lugar, das la explicación entre paréntesis en el propio cuento. Yo eso lo cambiaría, tendrías que mencionarlo al final como un cambio realizado. De igual manera, cuando dices que omites lo de ahorcar también lo mencionaría en cambios.
    Por lo demás creo que está genial.
    Buen trabajo Ele!
    un besitoo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias por darte cuenta Marta, son anotaciones que apunté al hacer el borrador para luego acordarme a la hora de explicar la adaptación y olvide eliminarlos.
      Un besoo

      Eliminar
  2. ¡Hola Eleni! Me ha gustado mucho la adaptación de tu cuento. Has mantenido el esqueleto durante toda la historia, has utilizado un vocabulario correcto para niños de 5-6 años.
    Me h parecio muy buena idea el nombre que le has asignado a los 7 hermanos, ya que ``guerreros valientes`` comi bien explicas en los cambios es por todos los obstaculos que han tenido que superar y esto es un mensaje de aprendizaje para los niños. Lo único que creo que deberías modificar es la repetición de palabras seguidas en algunas partes de la historia como: princesa, hija, prisioneros...Por lo demás buen trabajo guapa =)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias PAola, me alegró que hayas captado aquello que pretendía transmitir con los guerreros valientes a los niños de cinco y seis años.
      Con respecto a la repetición de estas palabras, revisaré de nuevo el análisis a ver que puedo cambiar.
      Un besito

      Eliminar